Existen muchos aspirantes pero sólo algunos lo conseguirán
Hola de nuevo amigos. Espero que ya estéis familiarizando con los requisitos de entrada al éxito y por ello veo necesario hablar sobre el significado de esta palabra tan deseada como desconocida en muchos casos para las mentes de todos aquellos que aspiramos a vivir de un modo próspero.
En primer lugar deciros que muchísima gente vive sin considerar este término en su mundo interior. Tan solo se encuentran en el mundo para sobrevivir. Sobrevivir a la mala suerte, sobrevivir a la crisis mundial, sobrevivir a la ruptura en la relación de pareja, sobrevivir al despido laboral, sobrevivir a la carencia de recursos o sobrevivir a la mala suerte en sus relaciones personales. Muchos se levantan para sobrevivir a ese día en que se encuentran, de tal forma que cuando les viene una enfermedad o tienen que parar su ritmo, es entonces cuando pueden respirar y vivir de otro modo. Por eso, nuestro organismo, mucho más inteligente que nuestra mente consciente, expresa, en forma de disfunción o enfermedad aquello que nosotros no nos atrevemos a ver ni a considerar.
El significado de la palabra éxito varía según cada persona. Muchos piensan y sienten que el éxito es la fama, el poder y el dinero; otros sienten que el éxito se sitúa en un lado mucho más profundo de la mente y que este lado tiene que ver con estar a gusto con uno mismo y con la vida que tiene. Este último significado nada tiene que ver con la resignación ni con la pobreza de miras sino todo lo contrario.
Pero está bien cualquier deseo, tanto el material como el espiritual, como ambos; siempre y cuando no nos hagamos daño ni hagamos daño a nadie.
A menudo, en mis charlas o conferencias, los asistentes criticaban el primer modo de pensamiento por definirlo como «materialista» y superfluo; pero considero que todos los deseos son etapas de la vida que una vez consumadas dan espacio abierto para las siguientes. El éxito material no tiene que estar reñido con el espiritual. Por tanto, el deseo de que los demás alcancen un estado de bienestar en sus vidas no tiene por qué excluir que la nuestra sea próspera en cuanto a bienes materiales o tangibles. Es más, esta vía puede también utilizarse para generar en otros la riqueza que no encuentran por sí mismos.
Sin embargo, cuando uno no es capaz de ver que todo lo material es impermanente y cuando la estabilidad mental, psíquica y espiritual depende de todos los aspectos de riqueza materiales, entonces no entiende del verdadero éxito.
Para mí, amigos, éxito es LIBERACIÓN de ataduras que nos mantienen estancados en la pobreza, en la incapacidad, en el victimismo y en el resentimiento con la vida. Podemos atesorar fortunas, tener cientos de mansiones o yates, millones de falsos amigos,… , pero sentirnos vulnerables, pobres, indefensos y profundamente desgraciados. Todo porque no nos amamos como merecemos, porque no confiamos en nosotros mismos y en la Vida, porque no conocemos el poder ni la fuerza que albergamos en nuestro Yo más profundo.
Si no sabes estar solo, si no sabes apoyarte en los momentos difíciles, si no tienes ideales por los que creer y luchar, si te encuentras vacío y tienes que recurrir a falsas y dañinas relaciones que a la larga no hacen sino hundir tu vida, entonces no conoces ni de cerca el verdadero significado de la palabra éxito.
Por otro lado, la estructura de nuestra vida refleja este sentimiento interno de pobreza que a menudo es subconsciente y que los demás ven antes que nosotros en multitud de ocasiones. Si no encontramos trabajo reiteradamente, ni pareja, ni amistades verdaderas, si no aceptamos nuestro cuerpo ni estamos a gusto con lo que hemos logrado, entonces estamos aún muy lejos del éxito. Por tanto el éxito es una ACTITUD interna ante la Vida. Y esta actitud consiste en querer hacernos responsables de la misma y empezar a trabajar para proporcionarnos un verdadero estado de bienestar y de riqueza.
Pero volvamos a nuestros protagonistas. Álex no aspira a riqueza alguna, ni exterior, ni interiormente. Como señalé en anteriores artículos, su estado inconsciente es de verdadera huída. Solo desea huir de sus problemas y de los demás. Solo desea vegetar y sumergirse en un sueño profundo que le lleve al estado de inconsciencia. Sentarse frente al televisor y comer de forma automática es su única meta después de desear haber dejado su mente en blanco a ser posible. No es consciente en modo alguno de que esta lucha por conseguir este estado es mucho más ardua que hacerse consciente y luchar por su vida.
Mara, por otra parte, solo quiere alcanzar la fama, el estrellato. Ser famosa, reconocida, considerada. Solo es capaz de soñar con ello para no sentir su profunda soledad, su tristeza, su fracaso en su relación de pareja con Álex. Tampoco se da cuenta de que persigue algo inalcanzable, ya que mientras no se dé ella a sí misma la aprobación que necesita, toda aprobación externa, poco probable por otra parte, no será más que una mera confirmación de su constante sentimiento de inferioridad y tarde o temprano volverá a sentirse poco apreciada, como se siente con su pareja. En ambos existe un gran desconocimiento de las leyes que conducen a la Prosperidad y al Éxito, por ejemplo la ley que ya señalé de la responsabilidad sobre la propia vida.
Bueno amigos, como os prometí utilizaremos un pequeño pero útil ejercicio frente al espejo para abrir camino en nuestra mente subconsciente o hemisferio derecho. Voy a llamar a todos los ejercicios que utilicemos frente al espejo: Método Key, puesto que uno de los libros que he escrito lleva este nombre y utiliza este mismo método.
Bastan 3 minutos de los 86.400 sg que tiene cada día para que en poco tiempo comiencen a cambiar nuestras interpretaciones y respuestas sobre lo que nos está ocurriendo. Consiste en ponernos frente a un espejo sin prisas e intentar en primer lugar mirar de forma atenta a nuestro rostro. ¿Qué nos dice?. ¿Representa el rostro de alguien relajado o tenso?, ¿este rostro es de alguien que se siente seguro en la vida, o por el contrario es de alguien que se encuentra casi siempre en zona de incertidumbre y peligro?. Déjate sentir sin juzgar, aprende a mirarte por primera vez y aprende a escuchar tus sentimientos más íntimos.
Ahora céntrate en tus ojos. ¿Qué expresan?, ¿están tristes o alegres?. ¿Son confiados o tienen miedo?. Pués bien, te propongo; os propongo en primer lugar hacer varias veces este ejercicio para luego, una vez reconocido vuestro estado y vuestro sentimiento más profundo, pasar a deciros frases tan sencillas mientras os miráis como «sé lo que quiero», «me acepto y me apruebo como soy», «confío en mis posibilidades«. Parece muy sencillo, pero para que tenga resultado hemos de oir la voz interior oscura, que yo llamo «nuestro depredador interno» y que todos llevamos dentro. Este «depredador», situado en nuestra mente subconsciente, nos dice que todo esto es mentira, que es una mera ilusión, que no lograremos nada. Hemos de escuchar esta voz para saber sobre qué tenemos que operar en primer lugar para eliminar las barreras internas que surgen y así poder abrir con nuestra llave la puerta de la prosperidad.
Cuando conocemos esta parte oscura de nuestro subconsciente, nos damos cuenta de que nos es totalmente fácil creer en nuestras posibilidades de fracaso y enormemente difícil considerar al menos en un pequeño tanto por ciento, nuestro éxito. Por todo ello, hablaré de desconfigurar los canales de pobreza que tenemos en los ochocientos mil millones de neuronas que aproximadamente se encuentran en nuestra mente. Feliz jornada a todos y no os olvidéis de creer en todo lo nuevo y en vuestras posibilidades de cambio. Os sugiero que me comentéis vuestras opiniones y si queréis que comente o hable más de un tema que de otro. Hasta muy pronto: Mayte Pascual.
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